martes, 23 de diciembre de 2014

BEATRIZ Y TAHIR: TU CUERPO ES MI FRONTERA

Vamos con la última entrada relativa a los personajes de TUAREG. Vamos con la más deseada (seguro). Con la más esperada, con la que más expectativas puede suscitar.
Vamos con sus protagonistas. Con Beatriz Ayala y Tahir Abdul-Azim.

BEATRIZ

Mucho he leído acerca de ella por parte de tod@s l@s que habéis leído TUAREG. Sabía desde un principio que Beatriz sería un personaje controvertido, que suscitaría emociones encontradas, y no me equivoqué.
¿Caprichosa? Pudiera ser, aunque ella tiene sus razones, desde luego. ¿Terca e imprudente? Ambas cosas, sobre todo cuando el miedo rige sus actos.
¿Valiente, fuerte? Eso sobre todo. De lo contrario, no hubiera podido hacer frente a todo lo que el futuro le tenía reservado.
Y es que la vida se presenta de color de rosa para ella. Nieta de un afamado empresario de la harina zamorano, hermosa y joven, está a punto de contraer matrimonio con Adrián, un perfecto caballero que parece loco por ella. Atractivo, de buena posición económica, representa para Beatriz todos los valores que un hombre debe tener.
Están enamorados. O eso creen. Y Beatriz lo sigue creyendo durante mucho tiempo, a pesar de que el destino le tiene reservado un giro cruel que la aleja de su prometido, tal vez para siempre.
El amor que parece unirla a Adrián aún en el caos y la desgracia más absolutos, comienza a tambalearse en cuanto sus ojos se abren, como por milagro, para encontrarse con Tahir Abdul-Azim. 
El hombre que la ha salvado de las garras de la muerte. Para ella, un salvaje sin conciencia más... ¿O no?
Esa es la primera de sus muchas dudas. De pronto, y conforme va pasando el tiempo, siente cómo la atracción hacia aquel hombre poderoso y viril va ganando terreno a sus sentimientos por Adrián. Cómo todo lo que ella había dado por hecho comienza a tambalearse.
Ya no está segura de nada. Ni de que pueda regresar a su hogar, ni de que Adrián siga esperándola, ni siquiera de que pueda permanecer con vida.
No está segura de nada... Salvo de una cosa. ¿Queréis saber cuál es? Aquí os dejo una pista...



TAHIR ABDUL-AZIM

Conocido de mil maneras diferentes, tanto por aliados como por sus más encarnizados enemigos, Tahir es el jefe de una poderosa confederación tuareg. Hombre recto en principios, los sigue a rajatabla por una sencilla razón: vive por y para su pueblo.
Por eso, su pequeño gran mundo sufre un giro inesperado cuando tiene que hacerse cargo de la pequeña Beatriz Ayala y de sus exigencias. Y más aún cuando tiene que hacer frente a la impetuosa atracción que surge en él cada vez que la mira, ya no digamos cuando la toca...
Es noble y atractivo, aunque su aspecto feroz, con sus casi dos metros de altura, su complexión fuerte y su largo cabello negro, podrían llamar a engaño... En realidad, es un hombre sensible que descubre su mayor debilidad en cuanto aquella extranjera moribunda está en condiciones de ponerse en pie para enfrentarlo con su firme carácter.
Y a partir de entonces, Beatriz representará para él un desafío constante, una disyuntiva entre seguir a pies juntillas la sagrada ley de la hospitalidad que le obliga a cumplir con los deseos de ella, o seguir el curso de todos sus instintos, que le guiarán hacia un corazón pleno de amor por la extranjera.
El tiempo le ayudará a decidir. Pero juega en su contra, así como la voluntad de Beatriz. Debe conseguir su cuerpo y su alma por completo, en una carrera contra reloj que le llevará al abismo de sus propias emociones, a enfrentarse con un pasado que se empeña en aparecer, con la avaricia y la maldad... Y a luchar contra un fantasma.
¿Saldrá victorioso en su empeño? ¿O permitirá que Beatriz siga su propio destino?


martes, 16 de diciembre de 2014

RASHID Y SULAIKA: DEL AMOR ENFERMIZO, AL ODIO VISCERAL

Aquí estoy de nuevo, con los últimos dos secundarios de TUAREG, aunque no por ello menos importantes.
Para nada.
El primero de ellos es Rashid. Este humilde pastor, cuyo aspecto físico poco agraciado le hace pasar desapercibido para todo aquel que no tenga una maldad desmedida, es mucho más de lo que aparenta. O mucho menos. 
Su corazón es grande, y en él cabe un amor desmesurado hacia quien, a todas luces, no lo merece. Sabe que su amada es mezquina y caprichosa. Ambiciosa y cruel. Aún así, no puede evitar sentir lo que siente, ni actuar en consecuencia.
Esa mujer se convertirá en su tumba. Le llevará la desgracia pero... ¿Quién puede resistirse a sus encantos?
Sin más dilación, os presento a...

RASHID



Y aquí viene la segunda de nuestros protagonistas de hoy. Aparentemente lo tiene todo: una familia estructurada, una belleza que trae de cabeza a la población masculina de la Confederación y grandes dosis de inteligencia que emplea de las maneras más diversas para conseguir sus propósitos.
Aparentemente. En el fondo, solo ansía una cosa, y esta se le resiste con uñas y dientes: convertirse en esposa de Tahir.
A su objetivo ha dedicado mucho tiempo, esfuerzo y artimañas, pero cuando cree que está a punto de conseguirlo... Aparece ELLA. La extranjera, la mujer impetuosa y fuerte por quien Tahir bebe los vientos.
A su lado, Sulaika no existe para el amenokal. Pero los recursos de esta mujer son infinitos, a cada cual más rastrero. Ahora se ha propuesto apartar a Beatriz, y no reparará en medios para conseguirlo.
¿Se saldrá con la suya? Y si lo hace, ¿qué precio tendrá que pagar?
Este es su rostro a mi juicio:

SULAIKA



Bueno, hasta aquí la entrada de hoy. La siguiente... TAHIR Y BEATRIZ!!!

martes, 9 de diciembre de 2014

OBEID Y RAISSA: EL PODER DE LA TERNURA

Dos personas que aparentemente tienen poco en común. El primero apenas llega a los nueve años y es un varón. La segunda, está a punto de traer una nueva vida al mundo y es mujer.
Parece que solo los protagonistas de TUAREG, Tahir y Beatriz, los unen. Eso, y que pertenecen a la misma Confederación de tribus.
Pero en realidad, hay una emoción que ambos inspiran, por la que ambos se guían y que decidirá el destino de los dos: la ternura.
¿Por qué? ¿Cómo y de qué manera? Vamos allá.


OBEID

Decir que uno de los mejores amigos del protagonista de una novela apenas llega al metro y medio de estatura, seguramente todavía estará cambiando los dientes de leche, tiene la inocencia pintada en los ojos, y su edad aún no llega a las dos cifras, quizá sea decir demasiado. Pero es cierto.
Por razones que vosotr@s deberéis averiguar, Obeid se apartaría de la sombra de Tahir tan solo con agua caliente. Y ni aún así lo conseguiría.
Para él, y pese a contar con un padre relativamente importante dentro de la Confederación y una hermana mayor con una cohorte de admiradores pisándole los talones, su mayor referente es Tahir. Valiéndose de la prematura libertad de la que gozan los varones nada más llegar a los nueve años, Obeid come con Tahir, cabalga con Tahir, participa de las bromas de Tahir e incluso duerme con Tahir.
Bueno, esto último antes de que cierta extranjera le arrebate el puesto. En resumen, Obeid no se imagina llegar a la edad adulta sin parecerse a su amigo-hermano mayor-padre. Y si para ello tiene que demostrar sus simpatías hacia la mujer de la que su ídolo parece más que interesado, pues lo hace y ya.
¿Queréis ver una muestra de esa camaradería hombre-niño? Aquí la tenéis:



RAISSA

Una mujer menuda, hermosa y risueña, cuyas buenas intenciones siempre se extrapolan al resto de los mortales que la rodean. Raissa vive feliz y enamorada de Al-Faisal, el hermano mayor de Tahir y su esposo. Espera con ansia e ilusión la llegada de su primer hijo, y cuando conoce a Beatriz, sabe sin lugar a dudas que aquella mujer sellará el destino de su cuñado.
Quizá sea por cierta intuición desarrollada en el medio hostil en el que vive, quizá por pasar la mayor parte del día en compañía de Gulnar, su suegra, desarrolla enseguida una simpatía sin límites hacia Beatriz, que se traducirá en unos lazos muchos más fuertes y duraderos.
Con ella compartirá sus sentimientos más íntimos, sus opiniones más ocultas, y ciertas confidencias que solo pueden darse entre mujeres cuyo entendimiento va más allá de culturas y razas.
¿Queréis saber a qué me refiero? Aquí tenéis un pequeño ejemplo:


martes, 2 de diciembre de 2014

NASIRAH Y DON JUSTINO. VIENTO DEL ESTE, VIENTO DEL OESTE

Dos personas tan diferentes como el agua y el aceite. Dulce una, enérgica la otra. Privada de libertad la primera, famoso por su ecuanimidad el segundo. Y por él empezaré.

DON JUSTINO AYALA

Para mí, uno de los personajes más queridos de TUAREG. Un hombre entrado en años, a quien la vida ha puesto a prueba en más de una ocasión. Adorado abuelo de nuestra protagonista Beatriz Ayala, el destino le privó de lo más importante para una persona: su hijo. Pero a cambio, le recompensó con dos preciosas nietas de las que tuvo que hacerse cargo después de la muerte de sus padres.
A partir de aquel momento, no hubo lugar para lamentaciones, ni para desfallecimientos. Sus negocios progresaron bajo su mano de hierro, y Beatriz y Pilar se convirtieron en mujeres de bien que gozaron de su cariño y confianza.
Así es como yo me lo imagino.


Los años y los sinsabores le han enseñado a prescindir de ciertas formalidades en presencia de sus nietas. Sobre todo de Beatriz, que es su ojito derecho. Pero la vida siempre trae imprevistos, y el que le aguarda a él dará un giro brutal a la historia.
¿Queréis saber cuál es? Pues bucead entre las páginas de TUAREG para averiguarlo...

NASIRAH

El destino de este personaje quedó marcado desde su niñez, cuando pasó a ser esclava de Tahir, en un mundo donde esa condición del ser humano era provocada y aceptada por ambas partes, en una organización social que se acercaba al feudalismo tal y como nosotros lo conocemos hoy día.
Quizá por eso Nasirah no guarda rencor a su amo, sino más bien todo lo contrario. Solo así podría entenderse su actitud de conformismo ante ciertos comportamientos sexuales de Tahir que, para nosotros y en la actualidad, serían incomprensibles.
Pero no voy a ahondar más en el tema. Los detalles los tendréis que descubrir vosotr@s. Solo os diré que es la dulzura personificada, que se convierte en un pozo de vastas experiencias en según qué campos cuando su ama Beatriz lo necesita.
¿Cuándo sucede tal acontecimiento? Aquí tenéis una pequeña muestra de ello, con el rostro que yo le hubiera puesto a Nasirah.



Y hasta aquí la entrada de personajes de TUAREG de la semana. Espero que os haya gustado!!

martes, 25 de noviembre de 2014

GULNAR Y HASSIM. CUANDO LA SABIDURÍA SE CONVIERTE EN TERROR

En este largo elenco de personajes de TUAREG, hoy les toca el turno a dos que, en apariencia, no tienen nada que ver. Son la juventud y la vejez. El ímpetu y la prudencia. La inexperiencia y la sapiencia. Pero ambos tienen algo en común: Beatriz Ayala. Ambos tienen relación con ella en mayor o menor medida, y sus intervenciones acabarán siendo decisivas para la protagonista de mi novela.
¿Queréis saber de qué manera?

GULNAR



Madre de Tahir y curandera de su Confederación, Gulnar es una superviviente. Y no solo por el lugar en el que vive. Sería una superviviente en cualquier otra época y país, porque posee el arrojo de la experiencia, y la desvergüenza propias de quien ha vivido demasiados años y penurias como para que ese detalle le importe.
Su primera reacción al conocer a Beatriz es tan favorable, que no duda en defenderla delante de Tahir, a pesar de que, en mi modesta opinión, hay situaciones que son difícilmente defendibles.
No teme a nada ni a nadie, mucho menos cuando la vida le ha enseñado a sufrir, a reír y a ver determinadas cosas con la suficiente antelación como para no sorprenderse cuando estas llegan.
Y el deseo que Tahir siente por Beatriz es una de esas cosas. Gulnar la ha elegido de antemano como su futura nuera, y pondrá toda la carne en el asador para que, en lo que ella respecta, ese parentesco se haga posible.
Es valedora de Beatriz, su más firme aliada, su maestra y su guía en ciertos momentos, aunque no le duelen prendas en escuchar otra voz más joven que la suya cuando determinadas circunstancias la ponen en un brete.
¿Conseguirá su objetivo? ¿Podrá convertir la tozudez de la española en un trato de absoluta rendición hacia Tahir?

HASSIM



Pese a su juventud, Hassim aprenderá pronto los horrores que la vida le puede tener reservados, de mano de su propia sangre. Es de naturaleza confiada, pero comprobará que ese rasgo de su carácter le hará cometer su peor error, porque casi le costará la vida.
Si Gulnar es taimada y astuta, Hassim es fácilmente impresionable. Tanto, que no duda en tender una mano a Beatriz en las horas más oscuras de su vida sin pensar en las consecuencias.
Y estas son tan horribles que aniquilan por completo su capacidad de rebeldía, devolviendo su voluntad al redil de la autoridad de su temible tío Arslan.
A partir de ahí, ya no habrá más compasión hacia la extranjera. A partir de ahí, su única misión será cumplir con los designios de Arslan. 
¿Volverá a encontrarse con Beatriz? ¿Qué sucederá si es así?

Y hasta aquí la entrada de TUAREG de los martes. Espero que os haya gustado.

martes, 18 de noviembre de 2014

AL-FAISAL Y AMIR, LOS CAMINOS DEL DESTINO

En esta nueva entrega de los personajes de TUAREG, he querido agrupar a dos hombres de diferente condición. Joven uno, un poco más maduro el otro. Aparentemente, sin ningún tipo de relación entre ellos. Pero solo aparentemente. Porque, casualidades del destino, tendrán a Beatriz Ayala como punto en común, y de forma imprevista, confluirán con ella.
Comencemos por el primero.

AL-FAISAL



Al-Faisal es algo así como la templanza que, en ocasiones, necesita Tahir. Siempre tiene la cabeza donde ha de tenerla. Y siempre está cuando se le necesita. Se abstiene de emitir juicios de valor por anticipado, y solo lo hace cuando es absolutamente necesario. El hermano mayor de Tahir posee una intuición fuera de lo común, que le hará confiar en personas extrañas a priori, cuando la desesperación no puede ser contenida.

AMIR



La vida de Amir no ha sido fácil. Ya desde niño, ha sido víctima de la crueldad más despiadada: aquella que proviene de su propia familia. Pero tiene un instinto de supervivencia encomiable que le llevará a cruzar el desierto del Sáhara en compañía de un desconocido, en su búsqueda implacable de Beatriz. ¿La encontrará? ¿En qué condiciones?

martes, 11 de noviembre de 2014

ADRIÁN, EL AMOR SIEMPRE ESPERA

Fiel a la cita semanal que yo misma me he impuesto, aquí estoy, otro martes más, para presentaros a uno de los personajes secundarios más emblemáticos de TUAREG. 
Sin más dilación, doy la bienvenida a...

ADRIÁN MONTALVO




Adrián es el prometido de Beatriz. Lidera con acierto y experiencia una explotación agrícola destinada al cereal del que las fábricas de don Justino, el abuelo de Beatriz, se nutre. Su padre y don Justino eran amigos, por lo que, cuando llega la hora del compromiso, el hecho es aceptado por todos con satisfacción.
Un hombre alegre, decidido, fuerte y muy atractivo que cree estar en el cielo cuando piensa en la hermosa Beatriz como su esposa. La adora, la idolatra, y lo mejor para él es que es correspondido.
No cuenta con que el destino tiene sus propios planes para ambos, pero cuando esos planes comienzan a hacerse efectivos, no duda en oponerse a ellos con uñas y dientes.
Considera que su amor hacia Beatriz es tan fuerte como para desafiar al azar y ganarle la partida, y no se quedará de brazos cruzados cuando emociones mezquinas le arrebatan a Beatriz y, con ella, su felicidad.
¿Qué ideará para recuperar a la mujer de su vida? ¿Cómo conseguirá no desfallecer ni volverse loco en el intento?
Esas son preguntas cuya respuesta obtendréis entre las páginas de TUAREG.

jueves, 6 de noviembre de 2014

RESEÑAS (II)

Como digo tantas veces, lo prometido es deuda, así que aquí va la segunda tanda de reseñas de TUAREG. Otro grupo de diez, variado y muy respetuoso, eso sí.
Vaya por delante mi agradecimiento a todos ellos, por sus reseñas y por todo lo que puedo aprender y aprenderé, a través de ellas.

Y los nominados son:

AETERNAM DEA:


BUBBLES OF BOOKS


EXCENTRIKS


FANTASY WORD


LAS CRITICONAS DE LA RED


NUBE DE LECTURA


PETITES LETTRES D'AMOUR


ROMANTICÓN


SOLO YO (No me permite copiar la dirección de enlace, lo siento)

TEJIENDO CRÍTICAS EN LA SOMBRA


Y hasta aquí la entrada de hoy. Espero las siguientes diez reseñas con impaciencia...



martes, 4 de noviembre de 2014

ARSLAN, LA SERPIENTE DEL DESIERTO

Bienvenid@s a esta nueva sección, destinada a "destripar" (solo un poquito, claro) a varios de los personajes secundarios de TUAREG, como complemento a la guía de personajes que publiqué no hace mucho, para hacer más fácil la lectura a quien lo necesite.

Y, al igual que en esa guía, empezaré por estricto orden alfabético y de importancia. Por lo tanto, y sin más dilación, les presento a:


ARSLAN



¿Qué? ¿Tiene suficiente cara de sádico? ¿De asesino oportunista que se vende al mejor postor? ¿De desalmado que no cejará hasta recuperar lo que considera suyo y, de paso, zanjar cierto asunto del pasado que le está amargando el presente?

Pues espero que sí, porque este hombre es eso y mucho más. Es el MALO MALÍSIMO, el antagonista de Tahir y, a un tiempo, la otra cara de una misma moneda.
El destino quiso que las vidas de Arslan y Tahir se entrecruzaran en el pasado. Rencillas llenas de ambición provocaron un trágico desenlace que aún está por vengar.
Pero ese destino volverá a unirles a través de Beatriz. ¿Cómo? ¿Hasta cuándo? ¿De qué manera se zanjará el odio que ambos se profesan?

Pues hasta aquí puedo escribir, amig@s. La respuesta a esas preguntas y a muchas más, las encontraréis entre las páginas de TUAREG...

miércoles, 29 de octubre de 2014

LAURA NUÑO, O LA VANIDOSA SATISFACCIÓN DE LA BUENA HISTÓRICA

Hoy me siento en una nube. Y no, no es por mis logros (pocos o muchos). Es más bien una sensación que había creído olvidada en el tiempo. El regustillo emocionado que te queda cuando lees una novela romántica "al estilo de las de antes", pero con un toque personal nuevo, inconfundible, indiscutible.
Me refiero, cómo no, a...


Y aunque no debería necesitar de más presentación, se la daré. Porque la novela lo vale, y la autora también.
Sé que algun@s me diréis que siento debilidad por las artes escrituriles de Laura Nuño. PUES SÍ, PARA QUÉ NEGARLO.
Es que esta mujer tiene tantas caras literarias que una ya no sabe si sorprenderse gratamente, reírse, tirarse de los pelos, lanzar improperios a cada cual más espantoso, o acabar llorando emocionada.
Todo eso se encuentra entre las páginas de ENTRE DOS BANDOS. Sin duda todo un descubrimiento ver que la impenitente autora de la saga de LOS OCULTOS tiene tal profundidad de sentimientos (es broma, nena. Sé que a ti los sentimientos, los buenos, te sobran).
Estamos sin lugar a dudas ante la novela más emotiva de Laura Nuño que yo haya leído hasta la fecha (y aún me quedan un par de ellas...). Eso sin mencionar la documentación exhaustiva que casi nos "obliga" a ponernos en situación. En la situación de los guerrilleros que lucharon y vencieron a Napoleón. Esos héroes anónimos que tan bien retrata la autora, y a los que acompaña la fuerza de personajes tan célebres como El Empecinado. (Y quién no lo conozca, que se lea la novela, ea!!).
Me ha encantado el modo en que introduce todos los datos históricos para dar más verosimilitud a la historia, esos pequeños guiños en forma de chispeantes diálogos en los que da un pequeño protagonismo a personajes reales, para mezclarlos con los los ficticios.
Y luego están ELLOS. Así, con mayúsculas. Y a mí se me escapa un ¡¡¡Ay!!! como una montaña de grande. Bueno, uno no. CIENTOS.
Porque tengo que hablar de Gabriel. Y de Lucía. Y de Juan.



Si hay un hombre en quien piense cuando hablo de honor, paciencia, consideración, caballerosidad, picardía, sentido del humor y amor incondicional, ese es Gabriel. El duque de LaFontaine es todo eso y mucho más. El mimo con el que trata a Lucía desde el minuto cero me han enamorado por completo. Las primeras escenas, en las que juega un papel importante las miradas, los roces, los pensamientos, han sido para mí una auténtica delicia. No solo no las considero lentas, sino que yo misma intentaba alargarlas hasta el infinito para disfrutarlas de igual modo.
Y para un hombre así, una mujer como Lucía de Galán. Alguien con una voluntad de hierro, forjada a base de experiencias traumáticas que han contribuido a formar un carácter firme. Porque Lucía es mucho más que unos ojos azules y un cuerpo bonito. Es un "pequeño general" que sabe hacerse con el dominio de la situación cuando es necesario (¡Y de qué manera!). Es una mujer desconfiada que vale mucho más por lo que calla que por lo que habla. Es un corazón puro que cae rendido a los pies de Gabriel. Y es precisamente ahí donde empieza su cielo y, a un tiempo, su infierno.
Por último, quiero hablaros de Juan. Del Lobo. Del guerrillero valiente y arrojado. Del hombre desgarrado por su amor hacia Lucía. Juan, sencillamente, me ha cautivado. Así sin más.
Creo que ha quedado claro el cúmulo de emociones que he sentido con ENTRE DOS BANDOS. Ha sido todo un descubrimiento el estilo suave y certero de Laura en cuanto a la histórica se refiere, sin perder su toque personal (Que me ha arrancado más de una carcajada). Con clase, sencillez y tacto. Con unas escenas íntimas en las que vibrarás, porque están llenas de ternura y pasión.
Una novela intensa, emocionante y que recomiendo un ciento diez por cien.
Con todo esto, solo me queda decir:

¡¡¡LAURA, QUIERO CONOCER LA HISTORIA DEL JODIDO PORTUGUÉS A LA DE YAAAAAA!!!
¿Y a vosotr@s? ¿Qué os ha parecido la novela?

viernes, 24 de octubre de 2014

KELLY DREAMS, O EL PODER DE LA SORPRESA

Hoy vengo a hablaros de mi última lectura. Confieso que yo era "virgen" en esto de la literatura erótica (entiéndase por "erótica" lo que casi todo el mundo entiende en la actualidad, y no mi idea particular), y creo que no pude estrenarme mejor.

Hoy vengo a hablaros de...



Un libro para mí desconocido, de una autora igualmente desconocida en su obra, pero que me ha sorprendido gratamente.
Y es que a veces las cosas de buena calidad están donde menos te lo esperas. En el último lugar en el que buscarías. Eso es precisamente lo que le pasa a Dante, el protagonista de esta novela. Triunfador nato, tanto en los negocios como en el placer, no imagina que su principal quebradero de cabeza proviene de los "bajos fondos".
A Eva la vida le ha tratado mal. Muy mal. Pero ella se ha defendido siempre como gato panza arriba... Hasta que su camino se cruza con el de Dante. Y a partir de ahí, amig@s, esta historia es sensualidad pura. Nada de mal gusto, ni de empacho de sexo. Las escenas íntimas están tratadas con clase, porque Kelly demuestra que, para encender al personal, no hace falta ser soez.
El estilo de Kelly, sencillo pero claro. Sin florituras ni rodeos. Como sus protagonistas. Dante y Eva son fuertes pero sensuales, perfectamente perfilados por la autora.
¿Y qué decir de los secundarios? Pues yo diría muchas cosas. Tantas, que tendría que hacer otra entrada. Pero solo me quedaré con uno: Rash. Y haré una pregunta, así, al azar...

¡¡QUÉ TAL LE QUEDARÍA A ESE HOMBRETÓN UNA HISTORIA PARA ÉL SOLITO, KELLY??

Nada más que añadir. Solo recomendar esta lectura porque, a veces, las sorpresas son gratas y se disfruta con ellas.

lunes, 13 de octubre de 2014

RESEÑAS DE TUAREG

Dado el cálido acogimiento que va teniendo TUAREG entre vosotr@s, he decidido dar un lugar de preferencia a las primeras diez reseñas recibidas, y en estricto orden alfabético.
Después, haré otra entrada con las diez siguientes, y así sucesivamente. Espero poder hacer un montón!!

Pero en principio, mis diez primeros agradecimientos son para:

ALEA JACTA EST
http://candy-aleajactaest-candy.blogspot.com.es/2014/10/tuareg.html

BELLA DIAMOND

http://belladiamond.blogspot.com.es/2014/10/resena-tuareg-de-elena-garquin.html

EL CLUB DE LAS ESCRITORAS

http://elclubdelasescritoras.blogspot.com.es/2014/10/resena-tuareg-elena-garquin-ediciones.html

EL RINCÓN ROMÁNTICO

http://www.rnovelaromantica.com/index.php/criticas/criticas-de-las-novedades-del-2012/item/elena-garquin-tuareg?category_id=1684

ITS TIME TO MAGIC

http://itstimetomagic.blogspot.com.es/2014/10/resena-tuareg.html

LECTURADICTIVA

http://lecturadictivas.blogspot.com.es/2014/08/tuareg-elena-garquin.html

LIBROS DE ROMÁNTICA

http://www.librosderomantica.com/criticas-literatura-romantica/libro/tuareg/1612


LO QUE QUIERA LEER HOY

http://loquequierahoy.blogspot.com.es/2014/10/resena-tuareg.html

MY MAGIC BOOKS

http://mymagic-books.blogspot.com.es/2014/10/resena-tuareg-elena-garquin_19.html

PROMESAS DE AMOR

http://florecilladecereza.blogspot.com.es/2014/10/resena-tuareg-elena-garquin.html






PRESENTACIONES ON LINE


Aquí os dejo dos enlaces con mis dos primeras presentaciones online de TUAREG. La primera de ellas, con concurso incluido, así que a ver si os animáis que todavía estáis a tiempo.
La segunda, una entretenida entrevista hecha por Yolanda, que me dejó con un muy buen sabor de boca y que finalizaremos con otro sorteo.
Espero que haya más, pero por lo pronto, estas dos para abrir boca...

EL RINCÓN DE LA NOVELA ROMÁNTICA:



REGÁLAME ROMÁNTICA:

martes, 7 de octubre de 2014

ENTREVISTAS DE "TUAREG"


Al ritmo que vamos, tendré que hacer varias compilaciones de noticias acerca de TUAREG, así que empezaremos por las entrevistas realizadas hasta el momento.

Vaya por delante mi agradecimiento a todos los medios de comunicación nombrados, por mostrar su interés acerca de mi novela.

Y los nominados son:


INTERBENAVENTE PORTAL DE NOTICIAS



RADIO BENAVENTE CADENA SER



jueves, 2 de octubre de 2014

GUÍA DE PERSONAJES TUAREG


En vista de que el pánico comienza a asolar a varios de mis lectores ante la inminente salida de TUAREG, he decidido hacer una pequeña recopilación de los personajes tuareg que aparecen en mi novela, en estricto orden alfabético, para que no haya lugar a dudas.

A todo aquel que tenga que echar mano de la guía, le diré que no se preocupe. Yo me tuve que hacer una cuando empecé a escribir la novela (las neuronas, que andan un pelín flojas), hasta que me familiaricé con ellos. Seguro que os pasará lo mismo.

Bueno, aquí los tenéis. En principio, con una descripción escueta. Más adelante, os hablaré de ellos largo y tendido, foto incluida.




GUÍA DE PERSONAJES TUAREG
(Por orden alfabético)


ABDALLAH: Morabito de la Confederación que lidera Tahir. Un hombre importante que los dirige espiritualmente, a la par que se encarga de los cuidados médicos de quien puede pagar sus servicios.
AMIR: hijo de Arslan y de una esclava. Su padre lo vendió a un occidental siendo apenas un niño.
AL-FAISAL: Hermano mayor de Tahir.
ARSLAN: Jefe de una Confederación de tribus tuareg tan poderosa como la de Tahir. Es su mayor enemigo.
GULNAR: Madre de Tahir.
HASSIM: Sobrino de Arslan y posible sucesor en el cargo que este ocupa.
NASIRAH: esclava de Tahir.
OBEID: Hijo de Abdallah y gran amigo de Tahir.
RAISSA: Esposa de Al-Faisal y cuñada de Tahir. Está a punto de dar a luz a su primer hijo.
RASHID: Pastor que se encarga de los rebaños de Gulnar y Tahir. Está perdidamente enamorado de Sulaika.
SULAIKA: Hija mayor de Abdallah, y hermana de Obeid. Siempre ha aspirado a convertirse en esposa de Tahir.
TAHIR ABDUL-AZIM: Protagonista de TUAREG. Este hombretón no necesita de más presentación. Seguro que no tardaréis en identificarle como es debido...

miércoles, 17 de septiembre de 2014

BOOKTRAILER DE TUAREG

Si quereis poquito sable Un Mas about mi nueva novela, TUAREG, here teneis el siguiente paso ...

A mi me encanta Como Me ha quedado !!




miércoles, 10 de septiembre de 2014

LAURA NUÑO, O LA INTUICIÓN HECHA ARTE


Con ese título quiero comentar un libro que me ha impactado por varias razones. Se trata de...




Y es que su autora me recuerda mucho a un camaleón. Dura, firme y adaptable al medio en el que vive.
Si ya me enganchó a sus novelas con un género que nunca fue santo de mi devoción (paranormal), con las peripecias de Julia y Robert, sencillamente, me ha cautivado.
Porque mantiene su estilo propio aunque cambie de subgénero. Porque su seña de identidad está muy presente en cada linea, diálogo divertido, escena sugerente o diversos "ostras" muy bien puestos.
Porque la historia está llena de sentimiento, logrando lo que parecía imposible: que un hombre de vuelta de todo, desconfiado, duro y despiadado, pierda el corazón y el alma por una mujer aparentemente "sosa" y confiada, pero con un duro pasado a sus espaldas que la convierten en un bastión más fuerte que él.
Porque, una vez más, nos deja sin palabras cuando lo que "parece que es", se convierte en un fondo inesperado y profundo.
Porque sus personajes son complejos y a la vez directos, llenos de encanto e indispensables en la trama (incluida cierta viejecita con recursos que me dejó sin habla y con la risa floja)
En resumen, porque Laura sigue siendo Laura. La escritora que se deja guiar por el instinto para sorprendernos con su asombrosa técnica.
Nada más que decirte, querida. Solo que me has hecho reír, llorar y emocionarme hasta el tuétano. Sufrir con Julia y aguantarme para no dar un par de bofetones bien merecidos a ese Robert que se resiste a lo que resulta ser inevitable.

En resumidas cuentas, un libro más que recomendable. En mi caso, cumple con creces mis expectativas.

Darte un diez sería poco. Ponerte una nota cualquiera, insignificante. Realmente, lo que tú me haces sentir con tus historias no tiene precio.

lunes, 8 de septiembre de 2014

COMIENZA LA CUENTA ATRÁS





El Sáhara, 1890.
Cuando Beatriz Ayala vuelve en sí, después de estar a punto de morir en el desierto, tiene una sola idea en la cabeza: regresar a su hogar en España, del que fue brutalmente arrancada para ser vendida como esclava.
Nada ni nadie va a impedírselo. Ni siquiera Tahir Abdul-Azim, el poderoso líder tuareg que la ha salvado de las garras de la muerte, tan atractivo e imponente que despierta en ella un fulgurante deseo imposible de dominar.
Pero él no parece opinar lo mismo. Tahir vive para su pueblo, y está dispuesto a cualquier sacrificio por él. Sobre todo si ese sacrificio incluye hacerse cargo de una hermosa y testaruda mujer por la que se siente irremediablemente atraído. Consciente de que pertenecen a mundos totalmente opuestos, pero dispuesto a vencer su carácter obstinado para convertirse en el amo de toda su pasión, la acepta como huésped. Iniciarán así una aventura, en un paraje asolado por las luchas internas de poder y los efectos devastadores de la colonización, donde Beatriz será capaz de sortear toda clase de peligros, excepto uno: resistirse al oscuro embrujo del hombre que la protegerá con su vida, irrumpiendo con fuerza en su corazón.

viernes, 29 de agosto de 2014

TERESA CAMESELLE, O LA JANE AUSTEN DEL SIGLO XXI

Así se me ha ocurrido titular esta entrada con la que quito el polvo de mi blog. Y es que después de tantos meses de ausencia, se me ha ocurrido que no hay mejor manera de empezar, que con un libro que me encantó por su sencillez, por su humor "gallego", en palabras de la propia autora, y por supuesto, por sus personajes. Me refiero a:



Si la portada ya es original de por sí (o al menos a mí me lo parece), esta es un simple aperitivo si lo comparamos con lo que esconden sus páginas.
Podríais pensar que es una historia de amor al uso. Chico conoce chica, se enamoran, y tras varios dimes y diretes, acaban juntos...
¡¡PUES NO!! El chico, o sea, Sergio, ya conoce a la chica, o sea, Sofía, cuando la historia comienza. De hace mucho. O poco, según cómo se mire.
Y es que con un hombre como Sergio seguro que el tiempo se pasa volando. Sin detenernos en el aspecto fisico (guapo, con tipazo de nadador, culo prieto y un tatuaje de lo más sugerente...), me conquistó desde el principio por su carácter tranquilo a la vez que firme, su sonrisa traviesa y el modo en que trata a Sofía desde el primer momento.
Bueno, me conquistó a mí y a Sofía, claro. Y eso que esta mujer no es de las que van suspirando por las esquinas, precisamente. Es una chica de hoy en día, totalmente independiente, tanto en el plano económico como emocional... O eso cree ella, claro.
De los secundarios, destaco a la madre de Sofía y a su "jardinero" particular. Me encantaron. Los dos. Así de simple.
¿La trama? Sencilla, con unos mafiosos muy particulares de por medio y un gato un poquitín petulante. Vamos, así como los que tengo yo en mi casa, jajajaja!!
Pero como el mejor de los regalos, este libro se merece un buen envoltorio... Y en este caso, el papel de regalo lo pone la pluma inigualable de Teresa.
Confieso que me pudo la curiosidad de saber cómo una escritora de histórica se manejaría con el lenguaje más actual de una novela contemporánea. Pues bien, Teresa, algún día, cuando charlemos largo y tendido, me tendrás que explicar eso del "mentecato" que pasa a ser "gilipollas" sin más (es un ejemplo), y lo hace sin perder ni un átomo de clase. La clase de tu estilo, por supuesto.
Porque amig@s, el estilo claro, sencillo y elegante de la Cameselle se transforma para adaptarse a los tiempos, pero en modo alguno desaparece.
¡¡En fin!! Una novela altamente recomendable (con nariz de Bob Esponja incluida, jajaja), fresca y actual, que te dejará con una sonrisa en la boca.
¡¡UN OLÉ POR TI, TERESA!!

martes, 18 de febrero de 2014

MI BESTIA

Últimamente ando muy, pero que muy retrasada con todo (lectura, escritura, opiniones de mis libros terminados...). Así que hoy voy a dar un pequeño empujón a mi lista de "tareas pendientes", a ver si así me voy desprendiendo de trabajo...
¡¡Y qué mejor manera de hacerlo que con mi última lectura!!
Veréis, yo soy una persona que adora la innovación, el desparpajo y la falta de complejos a la hora de escribir. Me encanta reírme con un buen libro entre las manos, pero también me encanta que ese libro me haga llorar si viene al caso, o incluso que me cabree hasta lo indecible.
Sí, ya lo sé. Much@s estaréis pensando que, francamente, es muy difícil, por no decir imposible, que todo ese cúmulo de emociones se den en una sola novela, sea del género que sea.
¡¡PUES NO!! Yo lo he encontrado, y aquí os la presento:


Hay ocasiones en la vida (raras, pero las hay, y si no que se lo digan a la autora de este libro), en las que la afinidad que puedes sentir hacia una persona cuando conoces su obra va más allá del estilo de narración, o incluso de lo que sus personajes te transmiten. Eso me pasó a mí con Laura Nuño. Si Clarita me sorprendió y me hizo respirar varias bocanadas de aire fresco, y Ronan y Alba confirmaron mis "sospechas", lo de Leo y Selene, es, sencillamente, inenarrable.
Y no creáis que voy a "destripar" ni un solo renglón de esta fantástica obra de la literatura romántica. Para nada. Pero sí os diré que he reído, me he cabreado, he alucinado en colores y, lo que es más importante, me he emocionado hasta el tuétano (hala, ya me salió la vena histórica).
Yo le pondría un subtítulo, a mi entender, muy acertado (espero que mi Laura no se enfade): Tratado de cómo pasar del "pero mira que eres borde y repelente" al "joer, machote, ahí le has dado", en casi cuatrocientas páginas".
Y es que esa es precisamente la evolución de Leo. Un indeseable con ínfulas de dios que se encuentra con una mujer guapa, elegante y... sosaina. Porque sí, porque Selene puede parecer insulsa, quizá un poco falta de carácter... Aunque solo lo parece. Y las apariencias, a menudo, engañan. Y cuando la gata saca las uñas, todo el mundo bufa. Y cuando la hembra tiene que dar el do de pecho, da la escala musical entera. Y cuando la mujer tiene que defender lo suyo, pues va y lo defiende sin miramientos.
Y cuando Selene tiene que poner a Leo en su sitio, a él solo le queda decir las últimas dos palabras: Sí, cariño.
En Mi Bestia encontraréis todo esto y mucho más. Habrá ingenio a raudales, buen hacer con todo el arte de la Nuño, giros inesperados, erotismo, escenas fuertes y contundentes que se contraponen a otras que... Bueno, de estas segundas solo os diré dos cosas:
La primera es que hacía muchísimo tiempo (es decir, años ha), que una escena no conseguía hacerme temblar de emoción y llorar por la intensa ternura que emana de ella. No quiero extenderme más acerca de esa escena. Solo os diré que, en ella, aparece La Bestia. Sí, ese ser que complementa a Leo y que, para mí, es el mejor personaje del libro, sin duda alguna...
La segunda es la increíble maestría con la que Laura desgrana la compleja personalidad de Selene, en contraposición con Leo, a través de ciertas escenas íntimas que a mí me han dejado, literalmente, con la boca abierta.
Podría estar hablando dela historia de esta novela de forma indefinida, pero al final acabaría incurriendo en los odiados spoilers y abandonaría mi idea principal, que no es otra que la de animaros a disfrutar de Mi Bestia tal y como yo lo he hecho.
Poco más que añadir. Solo decir: 
GRACIAS, LAURA.
Gracias por tu forma de escribir, por tu agudo sentido del humor, por esa espontaneidad que sabes transmitir a tus personajes, sean de la condición que sean y tengan el carácter que tengan, por tu frescura y por el optimismo que late en cada una de tus palabras escritas y dichas.
POR FAVOR, NO DEJES DE ESCRIBIR JAMÁS.

viernes, 14 de febrero de 2014

RELATO DE SAN VALENTÍN

Porque en un día como hoy, las historias de amor cobran quizá la importancia que se merecen, porque no todas esas historias tienen un final feliz, y porque los recuerdos a veces exigen este tipo de cosas, aquí va mi pequeña aportación.
En recuerdo de Gaspar Quintanilla y de toda su familia. Siempre he estado, y estaré, con vosotros.

DESPUÉS DE TI

            Aquellas imágenes quedarían grabadas para siempre en su retina, como si fueran exóticas mariposas clavadas en el corcho de un coleccionista. O ingredientes diabólicos de un veneno.
            El veneno de la muerte, dulce cuando es esperado y, al fin llega.
            María se tapó los oídos con las manos para no escuchar el ajetreo que se había apoderado de la habitación de su marido Gaspar. Los gritos de las enfermeras elevándose como una enorme Torre de Babel que nadie comprendía. Los ruidos metálicos de los aparatos que conectaban y desconectaban alrededor de la cama, tomando el cuerpo hinchado que había sobre ella como una nueva cobaya en el desconocido territorio del cáncer.
            Tuvo ganas de chillar. De ordenarles que se fueran. Todos, incluidos los médicos. Quiso decirles que ya estaba bien, que el aspecto deforme de su marido era producto de los fármacos aplicados para alargar su sufrimiento.
            Solo para eso.
            Necesitaba paz. Los dos la necesitaban. Demasiado tiempo sufriendo una agonía para la que ninguno estaba preparado. Ni ellos ni sus cinco hijos, ya mayores, que intentaban consolarla con sus palabras y sus abrazos.
            Pero ella estaba muy lejos de todos ellos. Muchos años atrás, evocando el rostro apuesto de Gaspar para sustituirlo por el abotagado que resollaba con dificultad sobre la almohada inmaculada. Los ojos claros llenos de alegre picardía que la habían conquistado, cuando brillaban por la fuerza de la vida y no por el velo de la muerte que ahora dilataba sus pupilas. El cabello negro brillante y la piel lustrosa, antes de que los tratamientos agresivos acabaran con ambas cosas. La sonrisa abierta de dientes blancos antes de que estos se volvieran amarillentos por la esclavitud del tabaco que les había llevado a la perdición.
            Oyó un grito desgarrador. Incluso escuchó un sonido estrepitoso, como de cristales al romperse. No estaba segura, pero hubiera jurado que lo primero había salido de su boca, y que lo segundo eran los pedazos de corazón que saltaban en pedazos y se incrustaban en su pecho, desgarrándolo y haciendo que sangrara…
            No pudo más. Necesitaba aire. Huyó de allí, y mientras la parte racional de su mente permanecía con Gaspar, junto al cabecero de la cama, la emocional la acompañó hasta una de las terrazas del hospital.
            Era noviembre, y hacía frío. Un aire gélido que ella recibió con fuertes bocanadas, como si la bolsa que había taponado su cabeza, estrangulándola sin compasión, le diera por fin un respiro.
            Se agarró a la barandilla y alzó la cara, en busca de respuestas. Creyendo que Dios, si estaba allá arriba, se las daría. Buscando la esperanza y las fuerzas como un sediento en pleno desierto. Ni siquiera supo cómo, pero de pronto se encontró con un pitillo en sus labios, probablemente sacado del bolsillo del abrigo que Susana, su hija mayor, le había puesto sobre los hombros.
            Lo encendió. Solo para comprobar a qué sabía aquello por lo que el amor de su vida iba a entregar su vida. Qué tenía de especial para que alguien tan voluntarioso como Gaspar, hubiera sido incapaz de abandonarlo, ni siquiera en los últimos momentos.
            El humo en sus pulmones la ahogó, e inmediatamente lo arrojó por la barandilla.
            —Has hecho muy bien. Hubiera sido muy poco inteligente por tu parte engancharte a ciertos vicios a estas alturas de tu vida.
            María apenas se sobresaltó al escuchar aquella voz cavernosa a su lado. Solo se volvió muy lentamente, para ver a quién pertenecía.
            No lo consiguió del todo. El hombre delgado la miraba, pero un elegante sombrero oscuro tapaba buena parte de sus rasgos faciales. Sin embargo, ella alcanzó a ver dos cuencas oscuras por ojos, unos pómulos tan marcados como fantasmagóricos, y una fina línea donde deberían estar los labios.
            Casi pudo adivinar el color de su piel. Macilento, grisáceo, acompañando a la perfección a su aspecto cadavérico y al tono lejano, de ultratumba, de la voz que la había hablado.
            —¿Me conoce?
            La oscura cabeza se movió afirmativamente.
            —¿Tú a mí no?
            María recorrió con los ojos el resto de su cuerpo, cubierto por un amplio abrigo negro que solo dejaba a la vista unas manos de dedos traslúcidos que asían la barandilla con la misma fuerza que los suyos.
            —Supongo que será el familiar de algún enfermo —conjeturó encogiéndose de hombros—. Lo siento. Llevo demasiado tiempo aquí como para fijarme en todas las caras.
            —Lo sé. Sé de tu sufrimiento, y de tu desdicha, y también de tu lucha incansable. Todos están orgullosos de ti. Gaspar el primero.
            Había algo en él que le resultaba familiar. Y que le hacía temblar. Tal vez era aquel tono quedo con el que se dirigía a ella, o la respiración acompasada que lo acompañaba, como si le costara trabajo realizarla. Parecía enfermo, triste, pero aún así, supo que la apoyaba en su desgracia. Su silencio se lo decía.
            —Es tu marido, ¿verdad?
            —Sí. Cáncer de pulmón.
            Cuando pronunció aquellas palabras, todas las barreras se deshicieron. Sin quitar la vista de aquel rostro oscuro e indescifrable, María comenzó a llorar su pena, su desesperanza. Su afán de lucha que durante más de dos años la había mantenido a flote, tirado por la borda ante la implacable tenacidad de la muerte.
            —Por favor, no llores. Me parte el corazón verte así.
            Como un buen amigo que la conocía de toda la vida. O como el amante comprensivo que ahora agonizaba en una habitación de hospital.
            —Él está allí. —Su dedo tembloroso señaló el lugar más temido y, a la vez, más deseado—. ¡Se está muriendo! ¡Mi único amor me dejará sola!
            —No, eso no. Gaspar nunca te abandonará. Desde donde esté, siempre velará por vosotros.
            —¡Egoísta, egoísta! ¡Pudo haberse curado si hubiera dejado el maldito tabaco, pero no quiso hacernos caso! ¡No le importaron los años de felicidad, ni mi amor, ni los recuerdos acumulados, ni nuestra vida! ¡No le importó nada!
            —Eso no es verdad. Ahora mismo, su único pensamiento eres tú.
            Pero María se negaba a aferrarse a aquella posibilidad surrealista. Demasiadas veces lo había hecho, para acabar estrellándose, y ahora había llegado al límite. Gritó. Chilló y se deshizo en pavorosos lamentos, tan fuertes que la obligaron a doblarse en dos para intentar calmar el dolor, para intentar retener los recuerdos.
            Para darle hasta su último soplo de lucha, algo que pudiera obrar el milagro y se lo devolviera dos años atrás, cuando la enfermedad aún no había causado estragos en su cuerpo y en sus vidas.
            Desahogó meses de rígida compostura delante de sus hijos y familiares, destrozó todas las sonrisas de plastón que les había ofrecido, y se dejó envolver por los brazos del desconocido como si fueran un lago inmenso de consuelo donde podría perderse para siempre.
            Donde los sueños siempre serían posibles.
            —Así, muy bien, Mari —le susurró con la voz afectada por la emoción—. Llora aquí, porque en cuanto entres de nuevo, tus hijos te necesitarán.
            ¡Cómo curaban aquellas palabras! ¡Aquel apelativo cariñoso que solo Gaspar usaba con ella! ¡Y cómo reconfortaba el tacto balsámico de aquellas manos huesudas que ahora le frotaban los brazos y la espalda! ¿Qué importaba quién fuera aquel hombre que parecía conocer tanto de ella y de Gaspar?
            María alzó los ojos. Estaban tan empañados en lágrimas que no pudo distinguir ningún otro rasgo de la cara del desconocido, pese a hallarse a un suspiro de su boca.
            Nunca sabría qué la impulsó a hacerlo. Si fue la presión del momento, el destrozo interior que había vencido su entereza, o simplemente la necesidad de sentirse querida y comprendida. Lo cierto fue que le besó. Cerró los ojos y juntó su boca con la de él. Movió sus labios complacida de que el hombre respondiera al beso, alentada por el calor que manaba de él y que no tardó en compartir, pero se sintió completamente desolada cuando la apartó del refugio de su boca y del calor desmesurado de su cuerpo.
            —Él te espera —dijo.
            Pero María sacudió la cabeza con desesperación.
            —Él ya no espera nada —replicó entre nuevos sollozos—. Se muere.
            —Por eso te espera. Debes estar con él. Tomarle de la mano para que note tu presencia. Acariciarle los dedos hinchados para que no se sienta solo. Brindarle la mejor de las despedidas.
            —Pero yo no puedo más. ¡Es demasiado!
            El desconocido acarició su mejilla, librándola de las lágrimas que la empapaban.
            —A él nunca le ha gustado verte así, ¿verdad? —Completamente atónita, María asintió—. A él le gusta que sonrías, que le llames «Curro», como todos soléis hacerlo, e incluso que le grites cuando algo no está según tu gusto. Esa es la imagen que él se llevará de ti.
            El tibio acogimiento que le había protegido el corazón desapareció de pronto, para ser sustituido por un frío glacial que le congeló las entrañas. Sus instintos se dispararon. Algo la impulsó a separarse de él horrorizada, seguramente lo mismo que momentos antes le había obligado a recibir sus palabras de consuelo.
            —¿Quién… quién eres?
            —Eso no tiene importancia ahora —respondió él, haciendo un gesto de cabeza hacia el interior—. Pero ve, mujer. Tu marido está a punto de marcharse.
            La mano que aún permanecía en su mejilla se tornó dura, inanimada. María observó la entrada como si fuera la cueva oscura de un lobo. Supo sin lugar a dudas a lo que el desconocido se refería, pero ahora ya no temblaba. Permanecía serena, casi aliviada. La pena no la destrozaría, sino que le daría el valor necesario para encararse con la muerte.
            Y todo gracias a él.
            Quiso agradecérselo antes de marcharse, pero cuando se giró en su dirección, el hombre ya no estaba.
            En su lugar, solo un inmenso vacío y una inapreciable neblina que comenzaba a confundirse con el frío de la tarde. Un ansia feroz la reconcomió por dentro. El deseo perenne de seguir unida a Gaspar mientras los lazos de la vida aún se lo permitieran.
            Corrió con desesperación, con agonía. Llegó a la habitación y abrió la puerta de golpe, pero pareció haber llegado demasiado tarde. El cuerpo deformado de Gaspar estaba, al fin, libre de cables y medicaciones inútiles. La cama estaba rodeada por sus hijos, pero ella no percibió su pena, ni sus llantos desgarradores. Solo pudo contemplar la enorme expresión de paz que endulzaba las facciones de su cara.
            Al fin descansaba.

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La mecedora sigue su traqueteo, su vaivén chirriante que siempre me lleva a otros lugares, allá donde el dolor no puede alcanzarme y puedo seguir viviendo mi vida de cuento, junto a mi príncipe azul.        
            Pero hoy me siento especialmente cansada. Muy nostálgica. No hay nada que me sirva de sosiego. Ni la espectacular visión de prados verdes que la ventana me ofrece mientras me balanceo, ni el sueño al que apelo sin que se digne a venir, ni tampoco el viejo álbum de fotos que está a punto de caer de mis rodillas.
            Lo sujeto con las manos y detengo la mecedora. Quizá si vuelvo a contemplar aquel tesoro, consiga que todo vuelva a estar en su sitio.
            Lo abro con cuidado, casi con miedo. Aquellos recuerdos ajados y amarillentos pueden ser muchas cosas a un tiempo, y nunca sé por dónde van a empezar: si por convertirse en una Caja de Pandora que desate truenos y relámpagos, o por ser la espada del caballero de brillante armadura que me libre de mis propios dragones.
            Esta vez, parece ser tan solo un ejemplo de los años que encanecen mis cabellos, arrugan mi piel y curvan mi esqueleto. A mi edad, y todavía creyendo en cuentos de hadas.
            Me digo que no puede ser de otra manera cuando comienzo a admirar el porte del caballero que me sonríe en las fotos. Los ojos claros que me acarician, la vida que atraviesa el papel y se mete entre mi piel hasta alcanzar mi alma.
            Sí, mi alma. Yo aún tengo de eso. Y todo a pesar del tiempo que nada cura, de los avatares de la vida dura e inclemente que me tocó vivir después de Gaspar. De los problemas que tuve que afrontar sola, sin su vehemencia ni su autoridad.
            Nunca viví completa, pero en aquel rincón de la casa, mi «caja especial de los recuerdos», aprendí a reencontrarme con él. Si cerraba los ojos, como en aquel momento, su presencia se hacía tan real como la mía. Podía olerlo, sentirlo e incluso oírlo. Podía viajar con él fuera de las trabas de la realidad, donde no había desdicha que pudiera alcanzarnos.
            Y volvíamos a ser jóvenes, y fuertes, y vitales. Llenos de planes que, en otra vida paralela, llevábamos a cabo por completo, sin que la muerte prematura los truncara.
            Como ahora mismo.
            Siento una pequeña ráfaga de viento fresco que mueve mis cabellos grises y me enfría la nuca. Como la caricia de un beso o el fragor de un espíritu. Incluso la temperatura de la habitación parece descender con brusquedad.
            Pero yo no tengo frío. Me siento bien, arropada, como el día de su muerte, antes de arrodillarme junto a su cama y acariciarle la mano. Antes de susurrarle al oído cuánto lo amaba. Antes de rogarle que me esperara, que deseaba irme con él.
            —Hola, Mari. Aquí estoy, como me pediste.
            Su voz calmada y envolvente me hace sonreír. Estoy segura de que es uno más de mis sueños y no quiero abrir los ojos, pero cuando me decido a hacerlo, veo al hombre del abrigo negro inclinándose frente a mí, con su sombrero elegante que, esta vez, no tapa sus rasgos.
            Y lo que veo es para mí el mayor de los regalos.
            Donde antes había cuencas oscuras, ahora hay un par de chispeantes ojos claros. Su piel ya no tiene aquel mortecino tono grisáceo, sino que ha recuperado un color más que saludable, y la boca ha vuelto a recuperar la sensualidad de los labios que yo tanto ansié.
            Ahora sonríe. Es él. Es Gaspar.
            Y empiezo a comprender. Tal vez siempre fue él. Las manos invisibles que limpiaban años de lágrimas, el cuerpo fuerte que abrigaba mis largas noches de dolor y el aliento cálido que me impulsaba a crecerme ante las adversidades.
            —Hola, mi amor —murmuro, alargando una mano hacia él.
            —Me reconociste. ¿No estás asustada?
            —Soy demasiado vieja para que me asuste la muerte —replico, agitando la mano para que él la tome entre las suyas.
            Siempre me gustaron sus dedos. Largos y elegantes, de pianista, pese a que trabajó como cocinero en un restaurante hasta que llegó el cáncer.
            —He tardado un poco en acudir a tu llamada.
            —Años —aclaro—. Pero no importa. Creo que ahora es el momento. Nuestros hijos siguen con su vida y yo ya no soy necesaria. Adelante, Curro. Llévame contigo.
            Él sonríe de nuevo y me toma de las manos para levantarme. Mis ojos conectan con su mirada, mientras dejo de sentir el suelo bajo mis pies. Me siento liviana, como si toda la materia de mi cuerpo se desintegrara en millones de partículas invisibles que se funden con él, con su esencia y su espíritu.
            Cierro los ojos dejándome llevar. Traspaso los muros de la casa siempre con él. Incluso siento el viento frío del exterior como si estuviera desnuda, pero cuando al fin logro posar mi mirada en otro punto, solo veo la imagen de una pobre vieja dormida sobre su mecedora.
            Feliz.